Corsarios y piratas han actuado en
diversos momentos y ámbitos del vasto espacio americano. La tenue
frontera que separa ambas actividades, legal la primera y absolutamente
ilegal la segunda, llevó a que muchas veces se transitara de una a la
otra sin mayores escrúpulos. Ello también ha llevado a que, al abordar
ese tipo de acciones, algunos estudiosos de la historia caigan en la
misma confusión.
La piratería es tan antigua como la
navegación, y en el caso americano se concentró inicialmente en el
Caribe. Desde ese lugar se produjo su dispersión a otros puntos del
continente, entre ellos el Pacífico de la segunda mitad del siglo XVII.
Tras la destrucción de Panamá, varios de esos piratas o bucaneros
actuando permanecieron en la zona durante varias décadas. En épocas
posteriores se produjeron algunos actos de piratería aislados, y aún hoy
esta actividad se lleva a cabo en algunos puntos del continente.
La actividad corsaria, por otro lado, se
presentó de forma intermitente, como efecto de las guerras entre las
potencias europeas, durante la lucha por la independencia y luego entre
los países que surgieron fruto de ese proceso, hasta la abolición de
esta forma de guerra naval a mediados del siglo XIX. Si bien estaban
provistos de una patente que les permitía hacer la guerra contra los
enemigos de su gobierno, bajo estrictas regulaciones, los corsarios
actuaban al borde de la ley, por lo que muchas veces se les calificaba
de piratas.
Corsarios y piratas han actuado en
diversos momentos y ámbitos del vasto espacio americano. La tenue
frontera que separa ambas actividades, legal la primera y absolutamente
ilegal la segunda, llevó a que muchas veces se transitara de una a la
otra sin mayores escrúpulos. Ello también ha llevado a que, al abordar
ese tipo de acciones, algunos estudiosos de la historia caigan en la
misma confusión.
La piratería es tan antigua como la
navegación, y en el caso americano se concentró inicialmente en el
Caribe. Desde ese lugar se produjo su dispersión a otros puntos del
continente, entre ellos el Pacífico de la segunda mitad del siglo XVII.
Tras la destrucción de Panamá, varios de esos piratas o bucaneros
actuando permanecieron en la zona durante varias décadas. En épocas
posteriores se produjeron algunos actos de piratería aislados, y aún hoy
esta actividad se lleva a cabo en algunos puntos del continente.
La actividad corsaria, por otro lado, se
presentó de forma intermitente, como efecto de las guerras entre las
potencias europeas, durante la lucha por la independencia y luego entre
los países que surgieron fruto de ese proceso, hasta la abolición de
esta forma de guerra naval a mediados del siglo XIX. Si bien estaban
provistos de una patente que les permitía hacer la guerra contra los
enemigos de su gobierno, bajo estrictas regulaciones, los corsarios
actuaban al borde de la ley, por lo que muchas veces se les calificaba
de piratas.
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